El clima organizacional
lo constituyen todos aquellos factores que influyen en la conducta de una
organización y que son comunes a puestos no necesariamente relacionados entre
sí. En síntesis, éste describe cómo las organizaciones (tomadas como un todo)
difieren una de otra en su desempeño típico. Dichas diferencias son influenciadas
por, y expresadas a través de cosas tales como: procedimientos operativos,
estructura organizacional y otros factores que aunque no estén escritos, son
poderosos e influyen en el comportamiento. Existen cuatro tipos básicos de clima
organizacional: 1) Orientado al Control (basado en sistemas); 2) Orientado al desarrollo
de la Libertad Profesional (basado en la confianza a la gente); 3) Orientado a
la Productividad y el Rendimiento (basado en la optimización continua de los
procesos de producción), y 4) Orientado al Desafío (basado en la colaboración
en equipo).
Los managers necesitan ser altamente sensibles para
identificar el clima de su organización, ya que puede ser difícil cambiarlo,
requiriéndose de destreza, estrategia y determinación. O bien corre el peligro
de ser violentado en cualquier forma, llegando a producir un fuerte impacto en
las expectativas de la gente.
GESTIÓN DEL CLIMA ORGANIZACIONAL EN LA MEJORA DE LA
EFECTIVIDAD
El clima organizacional
atrae mucho la atención en estos tiempos de cambio. Identificarlo y cultivarlo
es vital para generar una gran influencia en la efectividad y en los resultados
estratégicos. También es útil porque puede ayudar a gestionarlo. El principal
objetivo que se puede tener en un cambio de clima organizacional es mejorar la
efectividad. Este parece ser el camino corto para mejorar las cosas; si
nosotros queremos tener una organización efectiva debemos desarrollar una cultura
centrada en resultados.
Obviamente hay grandes
diferencias entre los distintos climas organizacionales: Las organizaciones
productivas tienden a tener una alta orientación a la tarea, siendo dirigidas
por
Líderes fuertes,
expertos en su especialidad y demandantes de un gran esfuerzo en todos los
sentidos; las organizaciones educacionales tienden a tener una elevada
orientación a las relaciones, siendo dirigidas por personas sensibles,
participativas y propulsoras del crecimiento del factor humano; los bancos y
las instituciones administrativas, tales como compañías de seguros, instituciones
gubernamentales o empresas de contabilidad tienden a estar orientadas a
sistemas. El análisis debe iniciarse con la identificación del clima que se
tiene hoy, y la pregunta más importante es: ¿Qué clima deberíamos tener para
llegar a una clara orientación a resultados?
POR WILLIAM J. REDDIN